Jugarse la piel

Jugarse la piel

Estamos trabajando en este resumen, pronto podrás disfrutarlo.

                            Autor:Nassim Nicholas TalebSinopsis: 

Jugarse la piel no solo es algo necesario para la equidad, la eficacia comercial y la gestión de riesgos: es necesario, además, para comprender el mundo. En primer lugar, actúa como filtro e identificador de porquería; es decir, detecta la diferencia entre teoría y práctica, entre conocimiento real y conocimiento cosmético, y entre la academia y el mundo real.

En segundo lugar, plantea las distorsiones de la simetría y la reciprocidad en nuestra propia vida: si obtienes recompensas, también debes asumir los riesgos, no dejar que otros paguen el precio de tus errores. Si pones en riesgo a los demás y estos resultan perjudicados, tienes que pagar un precio por ello. Por lo tanto, si ofreces una opinión y alguien sigue tu criterio, estás moralmente obligado a exponerte a sus consecuencias.

En tercer lugar, este resumen trata de la información que deberíamos compartir con los demás, sobre lo que un vendedor de coches usados debería contarte sobre el vehículo en el que estás a punto de gastarte una buena parte de tus ahorros. En cuarto lugar, es un ensayo sobre la racionalidad y la prueba del tiempo. La racionalidad del mundo real no guarda relación con aquello que es lógico para el reseñista del New Yorker, sino con algo mucho más profundo y estadístico, de lo cual depende tu propia existencia.

No confundamos la idea de jugarse la piel, tal como se define y utiliza en este libro, con un problema de incentivos, con el hecho de disponer de una parte de los beneficios. No se trata de eso. Es más bien algo relacionado con la simetría, con compartir nuestros perjuicios, asumiendo una penalización si algo va mal. Para mí, jugarse la piel es algo relacionado, ante todo, con la justicia, el honor y el sacrificio, aspectos todos ellos inherentes a la existencia del ser humano.

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